Escrito por
José Alduey Sierra
NUEVA YORK.- Ya nadie discute que la ley de colegiación periodística es un rotundo fracaso. El sector pensante de la sociedad dominicana ha terminado en la cola, después de 30 años de haberse ganado la batalla por la ley 10-91. El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) está hoy en bancarrota total, dejando en la orfandad, sin la menor protección social, sin derecho a un retiro digno, a cientos de comunicadores profesionales que aguardan la inexorable hora de la muerte después de haber brindado su talento por más de 30 y 40 años de ejercicio en el diarismo.
Es cierto que hay comunicadores millonarios, con grandes riquezas fruto de prácticas éticamente cuestionables, pero la gran mayoría de los periodistas dominicanos y trabajadores de la prensa viven en la pobreza extrema, y resistiendo toda clase de tentaciones en una sociedad donde el dinero mal habido permea todos los sectores, a través del narcotráfico, la politiquería y la compra-venta de voluntades.
Es cierto que hay comunicadores millonarios, con grandes riquezas fruto de prácticas éticamente cuestionables, pero la gran mayoría de los periodistas dominicanos y trabajadores de la prensa viven en la pobreza extrema, y resistiendo toda clase de tentaciones en una sociedad donde el dinero mal habido permea todos los sectores, a través del narcotráfico, la politiquería y la compra-venta de voluntades.
Sufriendo enfermedades o severas limitaciones para el quehacer productivo, tenemos periodistas emblemáticos como Danilo Rodríguez, José Ramón Tejeda (Cuco), Luis Alberto Sánchez (Sanchito), ejemplos del gran fracaso de aquella lucha que pretendió en la década de los 80’s dignificar la profesión y asegurar un retiro decente a los trabajadores de la prensa: periodistas, correctores, reporteros, redactores, fotógrafos, camarógrafos y diseñadores.
Mas allá del 28 de agosto, gane quien gane las elecciones en el CDP, nadie estará en capacidad de levantar la fracasada ley de colegiación, ninguna directiva por sí sola estará en capacidad de resucitar la vieja ley y obligar a los dueños de medios a pagar el 0.5 por ciento de la publicidad para cubrir la pensión y el seguro médico de los cerca de 3,000 miembros del CDP y de los tantos que están fuera del gremio.
Mas allá del 28 de agosto, gane quien gane las elecciones en el CDP, nadie estará en capacidad de levantar la fracasada ley de colegiación, ninguna directiva por sí sola estará en capacidad de resucitar la vieja ley y obligar a los dueños de medios a pagar el 0.5 por ciento de la publicidad para cubrir la pensión y el seguro médico de los cerca de 3,000 miembros del CDP y de los tantos que están fuera del gremio.
Lo que todo el mundo se pregunta es cómo es posible que los periodistas, el sector más influyente de la sociedad, la gente del cuarto poder, viva en una situación tan paupérrima, con los peores salarios profesionales y con muchos comunicadores profesionales en edad de retiro viviendo los últimos días de su vida dando lastima.
Una ley sin compromiso
Y es que la ley de colegiación aprobada en 1991, después de más de diez años de lucha desde el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), fue el producto de un parto muy doloroso, y no la resultante del consenso entre los dueños de los medios de comunicación y los intelectuales generadores de riquezas a través de los medios.
Aunque la ley se aprobó en el Congreso fue un proyecto severamente mutilado en su esencia, pues eliminó la obligatoriedad como principio cardinal (ser graduado de una universidad o instituto técnico para ejercer la profesión) y estableció su cumplimiento no como un deber obligatorio sino como algo «voluntario» por parte de los empresarios dueños de los medios. Si esa ley no es obligatoria jamás será cumplida fielmente y mucho menos pagado el 0.5 por ciento de la publicidad.
La colegiación periodística fracasó porque nunca contó con el visto bueno de los dueños de los medios de comunicación. Fue una ley mediatizada, aprobada a la fuerza producto de la presión social de los periodistas, dada la gran influencia del propietario del periódico El Caribe de entonces, el doctor Germán Emilio Ornes, uno de los mas influyentes comunicadores en la era de Joaquín Balaguer.
Es por ello que distan mucho las riquezas que exhiben los medios de comunicación en la República Dominicana, los equipos modernos, las grandes rotativas, frente a la pobreza en que sobreviven los periodistas, obligados muchas veces a equilibrar un poco su presupuesto recurriendo al pluriempleo en oficinas publicas y privadas de relaciones publicas, en perjuicio de la tranquilidad de sus familiares y de la propia salud.
Periodistas mal pagados y sin ninguna protección social asegurada para su retiro son el mejor caldo de cultivo para la corrupción. El mejor aliado que tiene la prensa libre, contrario al mal concepto vendido a algunos empresarios de la industria periodística, es la colegiación. Porque brinda seguridad y paz espiritual a los hombres y mujeres de la prensa, a todos los trabajadores de la comunicación.
Un nuevo consenso
Este 28 de Agosto son las elecciones generales dentro del CDP. Aunque consideramos que la gravedad de la situación trasciende el marco de las elecciones y una directiva del colegio, estimamos que la plancha con mejor visión, carácter y compromiso con los profesionales de la comunicación es la que encabeza Clodomiro Moquete, desde el Movimiento Amplio Periodismo. Pero gane quien gane, se requiere no solamente de un amplio abanico de fuerzas para garantizar el éxito de la nueva ley, sino la participación de los principales líderes del periodismo y la colegiación, los partidos políticos y los demás gremios profesionales que ya gozan de pensiones de retiro y colegiatura (médicos, abogados, ingenieros, maestros, militares, etcétera). Creo que Clodomiro y el equipo que le acompaña junto a Luis José Chávez reúnen las condiciones para librar esta nueva batalla y hacerla exitosa.
Frente a un cuadro tan crítico del sector pensante de la sociedad dominicana, urge procurar una solución de fondo que rescate el periodismo de la orfandad en que hoy se encuentra. Es hora de que el CDP convoque a los líderes históricos del periodismo y la lucha por la colegiación (Juan Bolívar Díaz, Bienvenido Álvarez-Vega, Radhamés Gómez Pepin, Osvaldo Santana, Emilio Herasme Peña, Margarita Cordero, Luis José Chávez) y a los grandes empresarios de la comunicación, para que se logre una nueva ley de colegiación de consenso.
Si bien estamos en presencia de una legislación fracasada, no menos cierto es que ahora es más fácil lograr el consenso necesario para su reaprobación. Lo que no parece prudente es que la nueva ley de colegiación sea solamente el producto de un impuesto a la publicidad de los periódicos, emisoras y plantas de televisión. Lo que nos parece más atinado es un impuesto a todas las empresas periodísticas y la industria de equipos y maquinarias correlacionada (agencias de publicidad, productores de programas de radio y televisión, compañías de promoción de grandes eventos y espectáculos, el cine, las empresas que negocian con la compra y venta de computadoras) en fin, todo el que hace dinero vinculado con los medios de comunicación y el periodismo.
Nos parece que una nueva ley de colegiatura profesional que rompa con la vergüenza del cuadro actual de nuestros periodistas necesariamente tiene que contar con el concurso del sector público y el sector privado. No solamente en el cobro de un impuesto a la publicidad, que es mucha la que se paga a través del Estado y la que entra a los periódicos, estaciones de radio y televisión, sino también sobre el mecanismo a desarrollar para evitar el traumático problema de los cobros. Lo ideal es un pago 50-50, digamos que si son 300 millones, que el Estado pague la mitad y el sector privado la otra mitad.
El mecanismo ideal, a nuestro modo de ver, es que los fondos de la colegiación salgan directamente del pago del Impuesto sobre la Renta, y que vayan al Banco de Reservas y un comité de dirigentes del CDP, y representantes del sector privado y el sector público, se ocupen del seguimiento a su más sana administración. Urge la creación de ese fondo para salvar el derecho a vivir de muchos comunicadores en edad de retiro.
El autor es periodista, ex-presidente del CDP-NY y actual Vicepresidente de esa filial. Produce y dirige el programa «Entre Líderes en Vivo», que se transmite de lunes a jueves por el canal 35 de 11:00 a 12:00 de la noche.
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