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El derrotado candidato de la plancha Raffy Durán parece que no ha querido asimilar su segundo fracaso como aspirante a dirigir los destinos del Colegio Dominicano de Periodistas.
Manuel Azcona olvida (o no conoce) el muy popular refrán que dice "quien dice lo que no debe, oye lo que no quiere".
Debido a que conozco de sus delicadas condiciones de salud, me atreví a sugerirle que no hiciera una campaña electoral agresiva porque, como él sufre de problemas cardíacos, las constantes discusiones y observaciones, le harían un gran daño y la repercusión sería algo indiscutible.
El señor Azcona hizo caso omiso y reiteró su decisión de "entrarle como a la conga" a los exitosos candidatos de la plancha Marcelino Vega.
Fueron muchas las veces que quise contestar los insultantes correos y mentiras asumidas por Azcona y su grupo mucho antes de que se iniciara la campaña electoral.
Porque sabía de su estado de salud y porque sé cómo él reacciona cuando alguien osa contradecirlo, me abstuve de tocar ni con el pétalo de una rosa a mi querido vecino y colega del sector Los Ríos.
Sin embargo, como siempre me he querido caracterizar por no hacerle coro a las mentiras, las diatribas y la mala fe, hoy me veo en la dolorosa situación de contestar lo dicho por Azcona para querer desprestigiar el trabajo serio y amplio desarrollado por el grupo de hombres y mujeres que estamos al frente del Colegio Dominicano de Periodistas y el Instituto de Previsión y Protección del Periodista.
Lo primero que debo señalar es que, independientemente de sus buenas condiciones económicas, Azcona siempre ha recibido el respaldo del Comité Ejecutivo del CDP y del IPPP.
Nadie desconoce que Manuel Azcona dispuso de grandes recursos para hacer varios viajes a diferentes ciudades de los Estados Unidos, antes y durante la campaña electoral del Colegio.
De igual modo, no es una persona que tiene inconvenientes de empleos. Muchas son las ocasiones en que se ufana diciendo de su poder laboral en la Marina de Guerra y el Congreso Nacional, entre otras instituciones.
No creo, contrario a muchos otros periodistas que están desempleados, que Azcona tenga una situación tan difícil como para tener alrededor de 75 mil pesos para viajar a los Estados Unidos y no 15 mil para hacerse un chequeo médico.
Peor aún, el señor Azcona quiere hacer una novelita pendeja colocándose como víctima de la falta de recursos de parte del IPPP.
Olvida que él, por la vía telefónica, me contactó y pidió la suma de 30 mil pesos para hacerse el necesario estudio médico.
De inmediato le comuniqué que la institución sólo podía suministrar la cantidad de 15 mil pesos y que se lo haría una realidad inmediatamente me enviara una solicitud formal.
La solicitud me llegó a las cinco y 42 minutos con 23 segundos del día diez de septiembre. Azcona recibió al otro día (11 de septiembre) la mencionada suma a través del cheque número 8928 emitido a su favor el diez de septiembre.
En otras palabras, la dirección del IPPP sí dio ayuda económica a Azcona, aunque no con la cantidad que él quería porque todos sabemos de que los recursos están escasos a nivel nacional.
Él critica que no hubo dinero suficiente para darle la cantidad que él quería y me entra a dos manos porque nuestro Consejo de Administración ha tenido como política ir en auxilio de las seccionales de las diferentes provincias.
No es en asuntos electorales que hemos usado fondos para las seccionales. Ha sido en actividades que van en ayuda organizativa de las instituciones que nos representan en esas demarcaciones.
Me sorprende que Azcona, que siempre ha querido el voto de las seccionales, se oponga a que el IPPP facilite fondos para que esas instituciones puedan cumplir con un sinnúmero de aspectos de este organismo y que tienen que ver con el seguro médico de sus afiliados.
No soy culpable de que Azcona haya invertido más de 100 mil pesos en su campaña electoral, tal como él mismo se lo ha dicho a muchos compañeros con los que ha hablado, incluyendo a quien suscribe.
Si él y su grupo desbarataron enormes sumas de dinero y se quedaron sin pito y sin flauta, ese es su problema.
De lo que él si puede estar seguro es de que en el IPPP se da recursos a todos los que así lo solicitan, en la medida en que esté el dinero.
Al momento de Azcona pedir ayuda por 30 mil pesos, nada más podíamos dar 15 mil porque él debe saber que tenemos que atender las peticiones de casi cuatro mil periodistas de diferentes puntos del país y los recursos que recaudamos no dan para dar a cada uno lo que desee.
Él no puede pretender seguir en campaña electoral con un asunto financiero que está harto probado.
Nadie puede acusarnos de retaliación política porque sabe que no es cierto.
Inclusive, por asunto ético no quiero revelar muchas sumas de dinero que nosotros hemos tenido que facilitar a gente que nunca han militado en el Marcelino Vega. Eso es un asunto que tiene que ver únicamente con los servicios que debe ofrecer el IPPP a todos sus miembros, sean del grupo de Azcona, de Wilson Suazo, David Lorenzo, Clodomiro Moquete o Tomás Cordero.
Es algo que el vecino Azcona nunca debió escribir porque él mismo ha resaltado siempre la forma en que manejamos en el IPPP las contradicciones gremialísticas, de lo que él tiene elocuentes ejemplos.
Si el señor Azcona (o cualquiera), tiene alguna duda sobre los manejos de los fondos, tan sólo tiene que venir a los siempre abiertos archivos contables de nuestra institución.
Mi querida madre Doña Negra siempre hablaba de que el ladrón y el mentiroso, juzgan por sus condiciones.
Imagínense que el vecino Azcona quiere que el IPPP aumente a más de dos mil pesos las ayudas que da mensualmente a periodistas que atraviesan por una situación calamitosa, mientras esperan ser pensionados por el Estado.
Por más demagogo que se sea, nunca se debe olvidar la realidad de la situación actual.
En vez de Azcona pelear conmigo porque solamente le gestioné 15 mil pesos, de 30 mil que quería, lo que debe hacer es venir a luchar junto a nosotros para que los medios paguen el 0.5% que manda la ley 1091.
Dejarse de hablar sandeces y colocarse en la línea de combate para que, entre todos, mejoremos sustancialmente las finanzas del CDP y el IPPP.
No creerse que su derrota debe ser una muestra de impotencia gremial para pretender acabar con el sólido trabajo que desarrolla el grupo que la militancia cedepeísta ve como instrumento institucional.
Él debe pensar en que el Marcelino Vega le dio la oportunidad de trabajar en los aspectos organizativos del CDP y que su incapacidad quedó plasmada elocuentemente en su negativa gestión como secretario general, ocasión en la que ni siquiera fue capaz de ir a más de un 30 por ciento de las reuniones del Comité Ejecutivo.
Azcona sabe perfectamente que, en la presidencia de Mercedes Castillo, sólo fue capaz de viajar al exterior y nunca trabajó en su cargo como secretario.
POSTDATA:
Debo decirle a Azcona que, en dos ocasiones, me han debido internar en la Clínica Abel González por problemas diabéticos y que en ninguna he recibido ningún tipo de ayuda del IPPP para comprar la medicina o pagar los internamientos. Los archivos están ahí.
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