Emilio Herasme Peña
(Tomado de Vigilanteinformativo.com)
Sin conocer en todos sus detalles lo ocurrido durante el pasado proceso electoral del CDP, Manuel Quiterio Cedeño ha externado su opinión al respecto, lamentándose de que Emilio Herasme Peña no advirtiera un supuesto y "grave error" referente a los alegatos formulados por Luis José Chávez respecto a la no colocación de su foto en la boleta utilizada en dichas elecciones.
Considero que lo que Quiterio Cedeño debe lamentarse es de que Chávez y la plancha que lo patrocinó, violentaran el plazo acordado para la presentación a la Comisión Electoral de las listas de sus candidatos a cargos electivos, y que no pagara a tiempo sus obligaciones con el CDP para tener derecho a participar en dichos comicios, tal como lo hicieron las otras tres planchas participantes.
Quiterio conoce de sobra el historial sindical y gremial de Emilio Herasme Peña, el cual no le permite la comisión de errores susceptibles de lesionar a una organización a la que le ha servido con probado desprendimiento e insuperable dedicación y entusiasmo en sus dos etapas de existencia, desde la constitución del SNPP en 1965 y su transformación en CDP en 1983.
Cedeño podría no conocer nuestros aportes a la causa de los periodistas organizados en el SNPP entre 1969 y 1971, período dentro del cual realizamos el Primer Congreso Nacional de la Prensa en nuestra condición de secretario general del sindicato; y dentro del cual también lo dotamos de un local propio y que además lo convertimos en una organización a nivel nacional mediante la creación de filiales (hoy seccionales) en cada una de las principales ciudades del interior de país; y como si todo eso fuera poco iniciamos las relaciones internacionales del SNPP, en especial con los periodistas de Venezuela y Cuba y con la desaparecida OIP, una organización periodística de alcance mundial.
Lo que sí recuerda Quiterio es la grave crisis interna que sacudió al SNPP durante su gestión entre 1976 y 1977 cuando se produjo un impasse electoral entre dos planchas encabezadas por Juan Manuel García y Marino Mendoza, crisis que motivó que Cedeño y otros recurrieran a mi para encabezar una nueva plancha que ganó por amplia mayoría, empezando así mi tercera gestión como secretario general del SNPP.
En razón de que Quiterio Cedeño fue parte de esa directiva del SNPP, sin duda que pudo apreciar mis aportes a la causa de los periodistas dominicanos, sobretodo porque fue entonces cuando se inició la lucha por la Colegiación Periodística y la creación del IPPP, lo cual dio inicio a una dura y prolongada confrontación entre el SNPP y los dueños de periódicos de la época, encabezados éstos por el entonces director de El Caribe, Germán Ornes Coiscou.
De igual modo él debe recordar que fue entonces que se realizaron tres pre-congresos regionales previos al exitoso e histórico Tercer Congreso Nacional de la Prensa, donde se aprobó el anteproyecto de Colegiación con la integración separada del CDP y el IPPP; correspondiendo, a más de eso, a Emilio Herasme Peña, el mérito exclusivo de conseguir que la friolera de 18 senadores reformistas lo hicieran suyo y lo sometieran como proyecto de ley al pleno del Senado de la República en diciembre de 1977.
Quiterio Cedeño de igual modo debe recordar que Emilio Herasme Peña había entrado en un segundo período de alejamiento gremial, y que si accedió a encabezar la plancha que ganó las primeras elecciones del CDP celebradas en 1983, fue porque a su alrededor se formó un vigoroso movimiento para postularlo, integrado por quienes, en ese entonces, representaban la crema y nata de los periodistas más respetables en materia gremial, profesional y ética.
Nuestro detractor gratuito e inesperado, Quiterio Cedeño, conoce más que nadie lo sucedido aquella noche de diciembre de 1983 al término de esas primeras elecciones del CDP, cuando la Comisión Electoral que las organizó aplicó un método de proporcionalidad antidemocrático y lesivo a la plancha ganadora encabezada por nosotros, atribuyéndole a la plancha perdedora la vicepresidencia y el tesorero de la nueva directiva.
Si no sufre de amnesia, él debe recordar que el presidente de dicha Comisión, Víctor Melo Báez, explicó ante la asamblea electoral reunida en el salón de actos del Huacal, que ese método de proporcionalidad fue el aprobado con la anuencia de Quiterio Cedeño, nuestro delegado electoral ante ese organismo.
Y recordar también que, en un gesto sin precedentes de respeto a la naciente institución y ante la contundencia de esa información dada por Melo Báez, Emilio Herasme Peña aceptó como válida esa proporcionalidad antidemocrática aplicada en contra de su plancha, decisión que provocó la protesta airada de todos aquellos que respaldaron nuestra candidatura.
Pero ese gesto nuestro de hace 26 años atrás carece ahora de todo valor para tres ex secretarios generales del SNPP como Manuel Quiterio Cedeño, Luis José Chávez y Clodomiro Moquete en sus insensatas argucias y chicanas destinadas únicamente a culpar a otros de un revés que no esperaban, fruto de un resultado electoral que los relegó a un lejano cuarto y último lugar.
Lo más extraño es que ese inesperado e incomprensible esfuerzo de Quiterio, Chávez y Moquete lo centren exclusivamente contra Emilio Herasme Peña, pese a que éste llevaba 14 años fuera de las lides electorales del CDP y al margen de las luchas grupales insensatas surgidas en el seno del gremio, tal como lo hizo por iguales motivos en los años 70 dentro del SNPP, y que por eso nadie puede atribuirle preferencias hacía ninguno de los Movimientos existentes dentro del Colegio.
Sus imputaciones resultan más lesivas e injustas por el hecho de que Emilio Herasme Peña recibió el respaldo unánime de la Asamblea Nacional del CDP cuando fue propuesto para presidir, mediante consenso de todos los movimientos internos del gremio, la Comisión Electoral, y que esa escogencia fue posible por el hecho de que los coordinadores de esos grupos conocían de su larga y probada trayectoria de servicio en favor de los periodistas dominicanos, y de su equidistancia de todos ellos.
Las infundadas acusaciones de sus detractores gratuitos, en nada le duelen a Emilio Herasme Peña, por el hecho de que las mismas le han permitido rememorar en apretada síntesis todo su pasado de lucha sindical y gremial, y porque además lo han llevado a recordar que, bajo su gestión en el CDP, en abril de 1984, se realizó aquí el Primer Encuentro Latinoamericano por la Colegiación Periodística, el cual resultó en un magno evento del gremialismo continental.
Y porque además le permite dejar como constancia histórica que, bajo su exclusiva y única responsabilidad, la Primera Cámara Penal y la Tercera Cámara Civil del Distrito Nacional dictaron sucesivamente ganancia de causa al CDP en su enfrentamiento con los propietarios; y nadie como su detractor gratuito Quiterio Cedeño conoce más que él cada detalle de la verdad relativa a ambas sentencias que, al menos sirvieron para demostrarles a Ornes y compartes, que ellos no eran los dueños absolutos de este país, y que la Colegiación Periodística se impondría tarde o temprano, tal como a la postre sucedió.
A Manuel Quiterio Cedeño también debo refrescarle sus recuerdos para que tenga además constancia de que Emilio Herasme Peña se mantuvo retirado del CDP a partir de 1991 tras aprobarse la segunda Ley de Colegiación, y que se reintegró al gremio a propósito del escándalo originado años después cuando uno de sus dirigentes cometió graves indelicadezas harto conocidas, motivo por el cual fue sometido a los tribunales penales, correspondiéndonos asumir la defensa del Colegio, obteniendo ganancia de causa que evitó la previsible reacción adversa de las empresas encargadas de retener o pagar el impuesto establecido en beneficio la organización que agrupa a los periodistas.
También es oportuna es la ocasión para que Quiterio Cedeño recabe información sobre lo que sucedió en las elecciones del CDP celebradas en el 2007 en las cuales Chávez fungió de presidente de su Comisión Nacional Electoral, cuyos resultados terminaron en la justicia ordinaria
Quiterio entiende a propósito de las quejas públicas de Chávez, que éste no tiene en el CDP «nada que ganar y sólo mucho que perder»; asegurando al mismo tiempo que Emilio Herasme Peña le ha hecho con sus actuaciones «un gran daño a la imagen del CDP».
Quiterio entiende a propósito de las quejas públicas de Chávez, que éste no tiene en el CDP «nada que ganar y sólo mucho que perder»; asegurando al mismo tiempo que Emilio Herasme Peña le ha hecho con sus actuaciones «un gran daño a la imagen del CDP».
Todos esos juicios de valor emitidos por Quiterio Cedeño en favor de Chávez tendrían sólido soporte si los acompañara de una relación de conquistas y aportes significativos o modestos que alcanzó su defendido durante su gestión al frente del SNNP o como militante o dirigente importante dentro del CDP.
Esa relación tendría mayor contundencia si las colocara por encima de las previamente expuestas por Emilio Herasme Peña, lo que contribuiría a que los periodistas del presente y del futuro pudiesen conocer y aquilatar a sus más sacrificados y consecuentes dirigentes del pasado, que lucharon y aún hoy luchan por su bienestar y en aras de un CDP más vigoroso.
Digamos, para finalizar, que a Quiterio Cedeño tan sólo le preocupa la suerte de Luis José Chávez en sus fracasadas aspiraciones dentro del CDP, y que no le importa para nada la decisión libérrima de los periodistas que sufragaron a favor de la plancha que resultó triunfante, del mismo modo que para él carece de todo valor la hidalguía exhibida por aquellos que terminaron en segundo y tercer lugar y que felicitaron a los ganadores, conscientes de que su triunfo lo obtuvieron en buena lid, aprobando así, por vía de consecuencia, el trabajo realizado por la Comisión Nacional Electoral.
De ahí que sus críticas, resabios e imputaciones inmerecidas, tan sólo sirven para provocar una mezcla de estupor, desconcierto y pena.
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